Prevenir resfriados, la gripe y enfermedades contagiosas es su trabajo, como científica y como nueva mamá
Por Michael Merschel, 91ÊÓƵ News
La Dra. Zerelda Esquer Garrigos estaba en la escuela de medicina cuando quedó fascinada con un libro de 1926 sobre el descubrimiento de los microbios.
"Me cautivó la idea de que hay innumerables 'mundos' dentro de nosotros, es decir, microorganismos que coexisten con nosotros y que ni siquiera lo sabemos, aunque algunos pueden causar enfermedades", dijo ella sobre el clásico libro científico de Paul de Kruif. Esquer Garrigos sabía que quería aprender más sobre estos microbios y cómo afectan la salud humana.
Hoy en día, es asistente profesora de enfermedades contagiosas en la Facultad de Medicina del Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Jackson, donde ella y su esposo, el Dr. Prakhar Vijayvargiya, son codirectores del Programa de Enfermedades Contagiosas de Trasplantes del hospital. También son los padres de un niño recién nacido, Rohan, quien nació en junio.
El enfoque profesional de Esquer Garrigos es en el manejo de infecciones en pacientes inmunodeficientes, incluidos aquellos que se han sometido a trasplantes de órganos y de médula ósea. "Mi interés principal es tratar a pacientes con trasplantes de corazón y dispositivos cardiovasculares, ya que son especialmente susceptibles a complicaciones relacionadas con infecciones", dijo ella.
Pero el hecho de tener un bebé en la casa quiere decir que debe prestar mucha más atención a los riesgos que presentan los resfriados, la gripe o influenza y otras enfermedades respiratorias causadas por virus, que tienden a ser más comunes durante los meses más fríos ya que las personas permanecen en espacios internos y en mayor proximidad a otras.
Entonces, 91ÊÓƵ News le preguntó a Esquer Garrigos cómo ella se protegía. La entrevista es parte de "The Experts Say", o "Los expertos dicen", una serie de noticias en la que los especialistas explican cómo aplican lo que han aprendido a sus propias vidas. Sus respuestas se han editado.
¿Cuáles son las cosas más importantes que debe hacer una persona para no enfermarse durante este tiempo del año?
Una de las maneras más eficaces para no enfermarnos durante la temporada de los resfriados y la gripe, es poner en práctica buenas técnicas de higiene de las manos. Lavarse las manos regularmente con agua y jabón, especialmente al tocar superficies compartidas, es vital para reducir la transmisión de virus.
También es importante evitar los lugares concurridos, en particular, los espacios cerrados donde los gérmenes pueden circular con más facilidad.
Estar consciente de nuestros contactos que están enfermos también es clave. Trata de limitar entrar en contacto cercano con personas que muestran síntomas de una enfermedad.
Por último, mantenerse al día con las vacunas, como la de la gripe, añade otra capa crítica de protección durante este tiempo del año.
¿Cuáles vacunas debemos actualizar y por qué son importantes?
La vacuna anual contra la gripe es crucial ya que protege contra las cepas más comunes del virus de la gripe, lo que reduce el riesgo de contraer la enfermedad y la gravedad de la misma si la contraemos. La vacuna contra el COVID-19 también es importante, sobre todo por las nuevas variantes que han surgido. Mantenerte al día con las vacunas contra la COVID ayuda a protegerte contra una enfermedad grave y a proteger las personas cerca de ti.
Además, la vacuna contra la RSV (un virus respiratorio común) puede ser una medida de prevención importante, especialmente para los adultos mayores y las personas con afecciones médicos subyacentes.
Estas vacunas actúan juntas para proporcionar una defensa sólida durante este tiempo del año cuando las infecciones virales son más comunes.
Muchos de nosotros aprendimos sobre el valor de lavarse las manos durante la pandemia. ¿Recomienda un tipo de jabón en particular? ¿O hay alguno que se debe evitar?
¿Puedes creer que, históricamente, hasta los médicos no siempre reconocían la importancia de lavarse las manos? No fue hasta que el Dr. Ignaz Semmelweis enfatizó la relación entre la higiene de las manos y la prevención de infecciones en el siglo XIX que la comunidad médica comenzó a entenderla. Pero incluso así, pasaron años para que la práctica fuera ampliamente aceptada. Afortunadamente, hoy sabemos lo importante que es esta simple práctica.
Lavarse las manos con regularidad es una de las maneras más sencillas y eficaces para prevenir la transmisión de infecciones. Cualquier jabón común –ya sea líquido o en barra– funciona bien, siempre y cuando te laves las manos bien durante por lo menos 20 segundos y cubres todas las superficies.
No es necesario usar jabones antibacterianos diariamente y de hecho pueden contribuir a la resistencia de antibióticos, así que usar jabón común es suficiente. También es importante evitar los jabones fuertes que pueden secar la piel, ya que es vital tener una piel saludable para que sirva de barrera contra las infecciones.
¿Le parecen más interesantes algunos microbios en particular?
Me parece fascinante el germen que se llama Pseudomonas aeruginosa. Esta bacteria posee un mecanismo increíblemente sofisticado para establecer infecciones y evadir tanto el sistema inmunológico como el tratamiento de antibióticos.
Lo que más me intriga es cómo podemos observar la "evolución" en tiempo real, ya que las Pseudomonas tienen la capacidad para desarrollar resistencia durante la terapia con antibióticos. Este fenómeno sirve como un ejemplo notable de la selección natural y las presiones selectivas que actúan en las poblaciones bacterianas. Es una clara ilustración de la dinámica en los cambios evolucionarios.
Los primeros días de COVID-19 fueron la primera vez en que muchos de nosotros nos dimos cuenta de la presencia en el mundo de muchos de los virus, bacterias y hongos. ¿Es abrumador pensar sobre todos los gérmenes que hay en todas partes?
En lugar de sentirme abrumada, siempre me ha atraído aprender más sobre los organismos actuales y los que han surgido recientemente. Mi curiosidad acerca del mundo microbiano se ha profundizado con el tiempo.
Sin embargo, debo admitir que mi perspectiva cambió cuando nació mi primer niño. La responsabilidad de proteger a un recién nacido de infecciones añadió una mayor conciencia y preocupación que no había tenido antes.
¿Cómo eso ha afectado las medidas que toma?
Con un bebé en la casa, estamos especialmente cautelosos en esta temporada.
Uso una mascarilla en entornos clínicos y lugares concurridos para minimizar la exposición a patógenos transmitidos por el aire. Me lavo las manos con frecuencia y uso un desinfectante para las manos cuando sea necesario. Además, evito las reuniones grandes de personas, especialmente en espacios internos, y me aseguro de que toda persona que visite mi hogar no tenga síntomas.
También presto mucha atención a los síntomas que podría desarrollar y tomo medidas adecuadas para mantenerme aislada si es necesario.
¿De qué otra forma ha afectado sus conocimientos sobre los microorganismos a su vida cotidiana?
En mi entorno laboral, tengo la suerte de formar parte de un equipo colaborador que incluye a cirujanos y farmacéuticos de trasplantes, además de hospitalistas. Me encanta usar mi experiencia y conocimientos para servir a los pacientes y mejorar la calidad de sus vidas.
Hablar con mi esposo sobre algunos casos durante la cena agrega un tono de diversión a nuestras conversaciones, y nos permite combinar nuestras perspectivas profesionales con nuestras vidas personales.
Además, siempre me protejo contra picaduras de mosquitos, los cuales pueden transmitir enfermedades. Y evito comer cualquier alimento que esté crudo.
Usted acaba de regresar a trabajar después de ausentarse por maternidad. ¿Cómo va todo?
Tener a Rohan nos ha llenado las vidas con una inmensa alegría. Me encanta ser doctora e investigadora, pero ser mamá es realmente el mejor trabajo que he tenido. Aunque las exigencias de ser madre son agotadoras, Rohan me llena de una energía especial que me impulsa a seguir hacia adelante para mejorar nuestra comunidad al cuidar de nuestros pacientes.
También me entusiasma presentarle a él el mundo microscópico. ¡Estoy segura de que él compartirá mi entusiasmo por el mundo fascinante de los microorganismos!