Advertencias –y esperanzas– de las nuevas pautas para el tratamiento de la enfermedad cardiovascular

Por Michael Merschel, 91ÊÓƵ News

ikopylov/iStock a través de Getty Images
(ikopylov/iStock a través de Getty Images)

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Las nuevas pautas sobre las formas más actualizadas de atender a las personas con enfermedad cardíaca vienen con advertencias fáciles de comprender para los pacientes.

de la 91ÊÓƵ y el American College of Cardiology, publicadas el jueves en la revista médica Circulation, no son una actualización incremental, dijo el Dr. Salim Virani, presidente del panel de expertos que las reescribió.

"Son realmente nuevas pautas en las que se revisó todo lo que era necesario evaluar en cuanto a evidencia, y en las que todas las recomendaciones se volvieron a redactar", dijo Virani, quien es vicerrector y profesor de medicina en la Universidad Aga Khan, en Karachi, Pakistán.

La enfermedad coronaria incluye diversas afecciones que se remontan a la acumulación de placa en las paredes de las arterias, lo cual reduce el flujo sanguíneo al corazón. Eso incluye a las personas con enfermedad de la arteria coronaria, o con angina, o que sufrieron un ataque cardíaco, o que se sometieron a un procedimiento para abrir una arteria cardíaca bloqueada.

Las pautas abarcan temas que van desde el ejercicio y el manejo del colesterol hasta la cirugía de revascularización. "Esto lo reúne todo en un recurso integral para los proveedores que atienden a estos tipos de pacientes", dijo la Dra. Kristin Newby, vicepresidenta del panel de redacción.

Estas son seis cosas de ese "recurso integral" que las personas con enfermedad coronaria deben evitar para proteger su salud, además de un mensaje general para interiorizar.

Evita la grasa trans

"Las grasas trans no son buenas para nadie", dijo Newby, profesora de medicina y cardiología en Duke University, en Durham, Carolina del Norte. Pero las personas con enfermedad coronaria tienen que ser extremadamente cuidadosas.

De todas las grasas y los aceites que se usan para cocinar, dijo Newby, las grasas trans tienen la mayor probabilidad de causar placa en las arterias. En las personas con enfermedad existente, la grasa trans ha estado relacionada con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, como ataque cardíaco y derrame cerebral, tasas más altas de muertes debido a esos problemas y un mayor riesgo de muerte prematura.

Las grasas trans artificiales son aceites líquidos que han sido convertidos a estado sólido. Entre los ejemplos más comunes están la margarina y la manteca vegetal. La Administración de Alimentos y Medicamentos, of FDA por sus siglas en inglés, ha prohibido a los fabricantes de alimentos el uso de una fuente de grasa trans que tiempo atrás era muy común: los aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Pero en algunos lugares, las grasas trans siguen apareciendo en las freidoras de los restaurantes y en otros muchos sitios.

Las grasas trans también se presentan de forma natural en la carne de res, la carne de carnero y la grasa láctea, pero las pautas señalan que estas representan menos riesgo en comparación con las grasas trans artificiales.

A las compañías se les permite declarar que un alimento no contiene grasas trans incluso si tienen tanto como medio gramo. Para evitar las grasas trans, revisa las etiquetas sobre nutrición y evita las comidas fritas, los productos horneados procesados y la masa refrigerada. Y presta atención a términos como "aceites parcialmente hidrogenados" en la lista de ingredientes.

Evita el humo de segunda mano

Fumar es una causa bien conocida de enfermedad cardíaca. Pero incluso si no eres fumador, debes tener cuidado alrededor de aquellos que sí lo son.

"Se debe hacer todo lo posible por evitar el humo de segunda mano, porque este humo transporta muchas de las mismas sustancias químicas e irritantes que pueden conducir a enfermedad coronaria", dijo Newby.

Es una cuestión de riesgo acumulativo, dijo Virani. "Si tienes enfermedad cardíaca, y añades el humo de segunda mano a todo lo que ya está sucediendo, el riesgo realmente aumenta". Para las personas que han sufrido un ataque cardíaco, eso incluye un riesgo mayor de sufrir otro.

Evitar el humo de segunda mano puede ser difícil si trabajas en un lugar donde se permite fumar. Pero si tienes un familiar que fuma, dijo Virani, "como mínimo" debes pedirle que fume afuera.

Ten cuidado con medicamentos comunes, entre ellos el ibuprofeno

"Muchas veces todos tenemos esta percepción errónea de que si algo está disponible sin receta, es seguro", dijo Virani. "Los pacientes que tienen enfermedad cardíaca deben estar muy atentos, incluso si se trata de vitaminas".

Las pautas brindan una advertencia específica sobre los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, AINE o NSAID, por sus siglas en inglés, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico.

"Aquí de lo que estamos hablando no es del uso ocasional porque te duelen los músculos después de hacer ejercicios", dijo Newby. "De lo que estamos hablando es del uso a diario".

Los AINE representan dos problemas para las personas con enfermedad coronaria, dijo Virani. El primero es que su uso prolongado ha estado vinculado a problemas cardiovasculares, incluso a la ocurrencia de un segundo ataque cardiaco.

El segundo es que los AINE pueden causar sangrado estomacal e intestinal. Un paciente cardíaco puede estar tomando uno, e incluso dos, medicamentos anticoagulantes, dijo Virani. Si esos se combinan con los AINE, "tu riesgo de sangrado aumenta tremendamente".

El uso ocasional no es un problema, dijo Virani. Pero tanto él como Newby recomiendan el acetaminofén como una alternativa.

No combines medicamentos para la disfunción eréctil con nitratos

Los nitratos, entre ellos la nitroglicerina, se recetan para angina o dolor en el pecho. Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, como el sildenafilo y el tadalafilo, se usan para la disfunción eréctil.

Mezclarlos puede provocar un descenso de la presión arterial que puede poner en peligro la vida.

"No se trata de no usarlos", dijo Newby. "Solo se trata de tener cuidado".

Por ejemplo, el tadalafilo, puede permanecer en el sistema hasta 48 horas, y algunos nitratos también tienen acción prolongada. Los hombres deben hablar con su médico sobre cuánto tiempo los medicamentos permanecen en el sistema, y de ser necesario, buscar alternativas, dicen los expertos.

No uses estos medicamentos para bajar de peso

Los medicamentos simpaticomiméticos para bajar de peso como la fentermina y la benzfetamina trabajan mediante la supresión del apetito. Pero también aumentan el ritmo cardíaco y la presión arterial, lo cual puede causar esfuerzo a un corazón que ya sufre debido a un flujo sanguíneo afectado, dijo Virani. También, dijo él, los medicamentos podrían causar latidos cardíacos irregulares.

Uno de los fármacos en esta clase, la sibutramina, fue retirada del mercado estadounidense en el 2010, pero podría estar disponible fuera del país o venderse ilegalmente.

Evítalos todos, dijo Virani. "Tenemos medicamentos para bajar de peso que son mucho mejores y más seguros".

Ten cuidado con la terapia hormonal posmenopáusica

A las mujeres, para ayudarlas con los síntomas posmenopáusicos como los bochornos, o sofocos, se les administra estrógeno y progestina. En el contexto de la enfermedad cardíaca, esto causa problemas.

En primer lugar, dijo Newby, aunque las hormonas han sido muy estudiadas con la esperanza de mostrar que protegen contra la enfermedad cardíaca, la investigación intensiva no ha encontrado ningún beneficio. Sin embargo, la terapia hormonal aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos peligrosos.

"Lo que sugerimos a las pacientes con enfermedad coronaria crónica es que conversen sobre esto con el médico que las atiende para ver cuales otras alternativas existen", dijo Virani. Debido a que ya tienen un riesgo elevado, "tienen que ser muy cuidadosas".

Y ahora la buena noticia…

Manejar la enfermedad coronaria crónica puede parecer como una lista de limitaciones. Virani dijo que también puede verse como una abundancia de oportunidades.

"Sabes, hace 30 o 40 años, tener enfermedad coronaria crónica realmente era como 'bien, vas a sufrir otro ataque cardiaco uno de estos días y puede ser que sobrevivas o que no'", dijo él. Pero incluso en los últimos cuatro a cinco años, han surgido nuevos tratamientos que la hacen más manejable que nunca si las personas trabajan con sus profesionales del cuidado de la salud y toman sus medicamentos.

"Así que, también hay mucha esperanza", dijo él. "Ya no es una sentencia de muerte. Si realmente sigues las recomendaciones puedes tener una expectativa de vida bastante normal y una buena calidad de vida".


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