La mayoría de los adultos jóvenes en Puerto Rico puede que no tengan una salud cardíaca ideal
Por Kat Long, 91ÊÓƵ News
La salud cardiovascular de muchos adultos jóvenes en Puerto Rico podría no ser ideal debido a comportamientos de estilo de vida que tal vez aumenten su riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral más adelante en su vida, sugiere una nueva investigación.
El estudio encontró que casi 3 de cada 4 adultos puertorriqueños de entre 18 y 29 años tenían puntajes subóptimos de salud cardiovascular como consecuencia de los bajos puntajes en alimentación saludable, actividad física e índice de masa corporal. Es el primer estudio que se enfoca en la salud cardiovascular de los adultos en este territorio estadounidense usando las métricas de riesgo conocidas como Life's Essential 8, o "Los 8 pasos esenciales para mi salud". Los hallazgos se publicaron recientemente en el .
"La adultez joven es una fase muy importante en lo que se refiere al momento en que los adultos jóvenes establecen hábitos de estilo de vida que los acompañarán toda su vida", dijo la Dra. Milagros Rosal, quien codirigió el estudio y es vicerrectora para equidad en la salud de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts, en Worcester. También es profesora en los departamentos de ciencias de la salud de la población y cuantitativas y de medicina de UMass Chan. "Poder entender qué tan estable es este puntaje de riesgo cardiovascular o salud cardiovascular, los factores que contribuyen a su deterioro y qué podría tener el potencial de mejorar la salud cardiovascular" son preguntas críticas para esta población.
Entre los adultos hispanos en Estados Unidos de 20 años o más, el 52% de los hombres y el 37% de las mujeres tienen alguna enfermedad cardiovascular, según . Las investigaciones previas han indicado que la salud cardiovascular de los adultos en Estados Unidos de entre 18 y 44 años y la de los adultos puertorriqueños jóvenes que viven en el territorio continental de Estados Unidos deja bastante que desear, y un estudio anterior, pero a menor escala, encontró lo mismo para los adultos puertorriqueños con edades entre 18 y 23 años que vivían en San Juan y en Caguas, las principales áreas metropolitanas de la isla.
"Los estudios que se han realizado en Estados Unidos indican que la salud cardiovascular es subóptima entre los adultos jóvenes, y por eso queríamos comprobar si el mismo patrón era válido para los puertorriqueños en la isla", dijo la Dra. Cynthia M. Pérez, quien codirigió el estudio y es profesora del departamento de bioestadística y epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico, en San Juan.
Según los autores del estudio, es esencial llenar esta brecha en el conocimiento debido a la alta prevalencia de obesidad, inactividad física y uso de tabaco entre los adultos jóvenes en Puerto Rico, que son factores de estilo de vida que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El equipo de investigación examinó datos recolectados entre los años 2020 y 2023 para 2,162 participantes en PR-OUTLOOK, un estudio en curso de la relación entre el estrés y los factores de riesgo cardiovascular entre los adultos de 18 a 29 años en Puerto Rico. A cada participante se le asignó un puntaje usando Life's Essential 8, un conjunto de comportamientos de estilo de vida y factores de salud identificados por la AHA para mejorar y mantener una buena salud cardiovascular. Sus componentes son: calidad de la alimentación, actividad física, exposición a la nicotina (incluido el vapeo), duración del sueño, índice de masa corporal (una relación de peso a estatura) y niveles de colesterol no-HDL ("malo"), presión arterial y glucosa en la sangre. Una vez hecho esto, los puntajes generales se categorizan como ideal, intermedio o malo.
Alrededor del 27% de los participantes tuvo un puntaje general ideal, el 69% tuvo un puntaje intermedio y cerca del 4% fue malo. La mayoría de los participantes alcanzaron puntajes ideales para el nivel de glucosa en la sangre, la exposición a la nicotina, la duración del sueño, el colesterol no HDL y la presión arterial, pero tuvieron bajos puntajes en calidad de la alimentación, actividad física e índice de masa corporal.
"También pudimos determinar considerables diferencias entre los sexos en lo referente a la salud cardiovascular y a cuatro de los ocho componentes de la salud cardiovascular", dijo Pérez. Cerca del 30% de las mujeres tuvo una salud cardiovascular ideal general en comparación con el 24% de los hombres. "Los hombres tuvieron menos exposición a la nicotina, colesterol no HDL más bajo y presión arterial más alta, mientras que las mujeres tuvieron puntajes más bajos para la actividad física", dijo ella.
El Dr. Olveen Carrasquillo, profesor de medicina y ciencias de la salud pública en la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, dijo que le complacía que los investigadores recolectando datos sobre la salud cardiovascular en Puerto Rico, un lugar que, según él, a menudo se pasa por alto en las encuestas nacionales sobre salud.
Los hallazgos muestran que "tenemos a muchas personas (jóvenes) en esa zona indefinida donde quieres intervenir ahora para que cuando tengan 40 años, no empiecen a padecer enfermedades cardíacas y otros problemas", dijo Carrasquillo, quien nació en Puerto Rico y creció en Nueva York. Él no participó en la investigación.
El resultado "más llamativo", dijo él, fueron los bajos puntajes para actividad física. "Es un llamado de atención para que todos estén más activos".
Los autores del estudio destacaron que muchas personas jóvenes en Puerto Rico se enfrentan a barreras sistémicas para tener una mejor salud, como la inseguridad alimentaria, la pobreza, la escasez de profesionales de la atención médica y la constante crisis financiera en la isla. Las obligaciones del pago de la deuda de Puerto Rico requieren dinero que podría haberse empleado mejor en el cuidado de la salud, dijo Carrasquillo.
"Pienso que el dinero de la isla se puede invertir de una forma mucho mejor si no se paga la deuda", dijo él. "Es mejor invertir en los jóvenes, de forma que puedan estar saludables y productivos".
Los hallazgos también explican claramente que la salud cardiovascular puede comenzar a declinar incluso desde la adolescencia, dijo Pérez. En esa etapa de la vida, los jóvenes pueden dar pasos hacia la reducción de su riesgo de enfermedad cardiovascular mediante la adopción de hábitos de estilo de vida más saludables, como la alimentación balanceada, ejercicios regulares, no fumar o vapear, mantener un peso saludable y alcanzar un sueño de buena calidad.
"La salud cardiovascular en la adultez temprana guarda una sólida relación con la enfermedad cardiovascular prematura y la mortalidad por cualquier causa", dijo Pérez, "por eso pienso que es importante que todos, no solo los adultos jóvenes, ganen concientización sobre cómo promover la salud cardiovascular".